Al mejorar la calidad de la educación y el acceso a niños de la primera infancia, el país connota un desarrollo, reduciendo la pobreza, la delincuencia,  y la desigualdad. La inversión en la educación enfocada a la primera infancia -niños de 0 a 5 años-, es básica y fundamental para el  individuo, porque está en su fase de su evolución cerebral y cognitiva, poniéndolo en una posición de continuar a la escuela primaria y secundaria, mejorando su calidad de vida.

La educación es una poderosa arma en la inversión social, pues tiene un gran efecto multiplicador para la población que minimizan las brechas de la desigualdad. Solo en Bogotá, las cifras son de 596 mil niños entre 0 y 5 años con necesidad de educación, muchos en estado de vulnerabilidad y pobreza. Hasta el momento Funtalentum está en capacidad de trabajar con 600 niños en condiciones de vulnerabilidad. Nuestra meta es alcanzar la mayor cobertura posible, con una visión altruista de velar por la integridad de los niños.

Consideramos que nuestros niños son población vulnerable cuando: Están en situación de desplazamiento forzado ley 1448/2011, familias identificadas a través de la estrategia para la superación de la Pobreza Extrema (RED UNIDOS), familias de minorías étnicas y/o cuyo núcleo familiar obtenga hasta 1.5 Salarios Mínimos Legales Vigentes –SMMLV-, que sus hogares estén en puntaje SISBEN cuya calificación económica, de vivienda e ingresos, no supere los 40 puntos. Estos lineamientos fueron establecidos por el ICBF y aplicados  por la fundación.

El impacto se ve reflejado en la formación de los niños, integrando un  desarrollo psicológico, cognitivo, social, e intelectual y sólido, siendo coherente con los derechos que tienen como ciudadanos, facilitando el acceso diario a necesidades básicas respecto a cuidado, salud, nutrición.